miércoles, 30 de noviembre de 2016

Tragedias de Fútbol

El Chapecoense, un equipo chico que rozó la grandeza, se aúna a lista de los que sufren la ensañada del Destino. No se me viene a la mente ningún suceso que haya diezmado a un equipo de béisbol o de básquetbol. Quizá los haya habido, pero nos sacude más los que enlutan al fútbol porque es el deporte del mundo. En este post haremos un recuento de siete accidentes de transporte. Siete tragedias futbolísticas. En menos de siete décadas.

LA TRAGEDIA DE SUPERGA Aconteció el 4 de mayo de 1949 a las 5:05 de la tarde, cuando un avión de Avio Linee Italiane en el que viajaba todo el equipo de Torino se estrelló contra el muro de contención en la parte superior de la Basílica de Superga, ubicada en una colina de Turín. Fallecieron 31 personas: 18 de ellos jugadores de la escuadra, empleados del club, periodistas y la tripulación del avión. ‘Il Grande Torino’ —como era conocido— venía de Lisboa de disputar un amistoso contra el Benfica que despedía a su ídolo Xico Ferreira. Esta tragedia, la primera que conmocionó al mundo del fútbol, diezmó a la selección italiana que perdió a la base de su equipo para el Mundial de Brasil '50 a cuyas costas arribaron... por barco.
EL CRUCE DE LA MUERTE La primera tragedia del fútbol peruano no fue la de Alianza, fue la del Aurich. El domingo 5 de julio de 1953, el ‘Ciclón’ retornaba en bus de Trujillo a Chiclayo tras derrotar 3-1 en un partido amistoso al Sport Rambler de Salaverry. A las 8.50 de la noche, en un sector de la carretera conocido como ‘El cruce de la muerte’, el vehículo que trasladaba a 55 pasajeros (entre jugadores, comando técnico, dirigentes, familiares, periodistas e hinchas) invadió los carriles y fue embestido por el tren de Ascope. El impacto ocasionó el deceso de 24 personas, la mitad de ellos futbolistas.
EL DESASTRE DE MÚNICH El 6 de febrero de 1958, el Manchester United retornaba de Belgrado tras empatar 3-3 con el Estrella Roja y clasificar a las semifinales de la Copa de Europa —hoy UEFA Champions League— y el vuelo 609 de la British European Airways hizo escala en Múnich para repostar combustible. El avión hizo dos intentos de despegue pero por problemas mecánicos se vio obligado a desistir. En el tercer intento, a las 3:04 de la tarde, el avión despegó pero falló al ganar altura y se estrelló en una casa deshabitada, colindante al aeropuerto. En el accidente murieron 23 personas, entre ellos 8 futbolistas. Entre los sobrevivientes figuraba un joven de veinte años llamado Bobby Charlton quien luego se convertiría en el jugador inglés más importante de todos los tiempos. Al igual que Italia en 1950, Inglaterra llegaría disminuido para el mundial de Suecia '58 y caería eliminado en primera ronda. 
LA TRAGEDIA DE VILOCO El 26 de septiembre de 1969 a las 3:15 de la tarde, una aeronave de Lloyd Aero Boliviano se estrelló en la localidad de Viloco, en una zona montañosa y de difícil acceso llamada La Cancha. Fallecieron 74 personas entre pasajeros comunes, personal aéreo y jugadores, cuerpo técnico y directivos de The Strongest, uno de los equipos más populares de Bolivia. El equipo atigrado venía de disputar una serie de amistosos —en los que le fue mal— en Santa Cruz y tras el accidente quedaron sumidos en una crisis institucional y financiera que les costó muchos años remontar.  
DE PUCALLPA A LA GLORIA El accidente del Fokker de la Fuerza Aérea en el mar de Ventanilla fue sin duda uno de los hechos más traumáticos de la década de 1980 en el Perú. 44 tripulantes, un solo sobreviviente —el piloto, del que hoy no se sabe nada—, desaparecieron varias promesas del balompié nacional como Lucho Escobar, Carlos Bustamante, Daniel Reyes y José Casanova, también Marcos Calderón, el entrenador peruano más exitoso de todos los tiempos, las posibilidades de convertirse en campeón en mucho tiempo y muchas preguntas sin responder que aún hoy, a casi tres décadas, hacen que la herida sea difícil de cicatrizar. Era el 8 de diciembre de 1987 a las 8:05 de la noche, Alianza Lima, el equipo de mis amores, llevaba su romance con el sufrimiento y el martirio a su máxima expresión.
EL VUELO CHIPOLOPOLO El 27 de abril de 1993, la selección nacional de Zambia, favorita para clasificar al mundial de Estados Unidos '94, partió de Lusaka con destino a Dakar a disputar su encuentro eliminatorio contra Senegal. El vuelo hizo escala en Libreville (Gabón) y de allí se precipitó a las aguas del Océano Atlántico, pereciendo los 30 tripulantes, 25 de ellos jugadores y el comando técnico. Kalusha Bwalya, máxima estrella de los ‘Chipolopolo’ —apelativo con el que se conoce a la selección de Zambia y que significa ‘balas cobrizas’—, quien prácticamente se hallaba retirado del fútbol volvió a jugar por su país y con un equipo remendado casi clasifican. Perdieron 1-0 en su visita a Marruecos,  a pocos minutos del pitazo final. 
CHAPECÓ CAYÓ Y CALLÓ Hasta hace unas semanas no sabía de donde diablos era el Chapecoense. Primero pensé que era venezolano, luego paraguayo hasta enterarme que se trataba de un club brasileño, proveniente de la localidad de Chapecó —con apenas 200 mil habitantes— en el estado de Santa Catarina. Un equipo tan modesto como ignoto que se daba el lujo de eliminar al San Lorenzo de la Copa Sudamericana y que enfrentaría en la Final al poderoso Nacional de Medellín (actual campeón de la Libertadores). El vuelo que partió de Sao Paulo e hizo escala en Santa Cruz, colisionó en el cerro El Gordo, partiéndose en tres pedazos. Sólo sobrevivieron seis de los 77 tripulantes. El ‘Verde de la Montaña’, acaso el mejor equipo de Sudamérica, en una actitud que lo enaltece, ha solicitado que Chapecoense sea declarado campeón de la Sudamericana, con lo que una institución pequeña que nunca había ganado nada importante —como el Cienciano— logrará su primer galardón internacional.  
 

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