sábado, 18 de noviembre de 2017

clasificamos... aunque usted no lo crea


De repente se producen hechos que toman tiempo digerir, de acostumbrarse, de dilucidar si se trata e ficción o realidad, sean malévolos (la gran mayoría) o benévolos. Asimilar que PERÚ CLASIFICÓ A UNA COPA DEL MUNDO suena a broma cruel en un país históricamente perdedor, a burla del destino, a una paradójica confusión de roles. Tanto escepticismo no es gratuito. Llega amamantado por treinta y seis años de frustraciones (1), tragándonos goleadas inmisericordes. Por contar con dirigentes corruptos de poco peso internacional y entrenadores alcahueteros haciéndose de la vista gorda por los jugadores que prefieren la juerga antes que la concentración. Por las primeras planas triunfalistas o por los periodistas criticones o ayayeros. Por contar con una de las hinchadas más tibias del mundo (2). Por tener una liga profesional con pocos clubes serios. Por mantener un esperpento como la anacrónica Copa Perú que de fútbol macho tiene poco y de mafia mucho. 

Como peruano e hincha de Alianza (3), el fútbol lorcho es algo que me duele, que me lacera el alma, que me aplasta contra una muralla de derrotas. No obstante, en cada Eliminatoria me aferro como muchos a la esperanza y me mantengo hasta el pitazo final, aferrándome, como náufrago a una tabla, a las matemáticas, a los resultados inverosímiles, a un gol que nunca he de gritar. El proceso a México '86 comenzó mal. Perdimos e igualamos con Colombia por lo que ganarle y empatarle a la Argentina de Maradona no nos sirvió de nada. Para Italia '90 no sumamos ni un miserable punto. Incluso Bolivia nos ganó en el Nacional. La Eliminatoria de USA '94 encontró a una albirroja acostumbrada a quedar en el sótano de Sudamérica. Cinco derrotas y un empate fue el saldo paupérrimo. La situación mejoró para Francia '98. Dimos pelea, nunca perdimos de locales y quedamos fuera por diferencia de goles, igualamos con Chile en puntaje pero ellos nos golearon 0-4 con la dupla ofensiva Salas-Zamorano que era muy superior a la Maestri-Carty. En el nuevo siglo el panorama se mantuvo igual de sombrío. Octavos para Corea-Japón 2002. Novenos para Alemania 2006. Últimos para Sudáfrica 2010. Séptimos para Brasil 2014 (4). Siempre lejos de siquiera arañar el repechaje. 

Para Rusia 2018 y contando con un entrenador melenudo cuyo currículo es haber sido él que nos dejó de la máxima fiesta con un gol medio dudoso en 1985 (5), iniciamos el camino con un cúmulo de desaciertos que llegaron al paroxismo con el empate 2-2 con Venezuela en casa. Cuando parecía que ya estábamos ante otra eliminación anticipada, gracias a que tuvimos para experimentar una Copa América Centenario, el comando técnico se la jugó por elementos emergentes de nuestro medio antes que por las ‘vacas sagradas’ del Extranjero y la selección tuvo un nuevo despertar con nombres impensados como Trauco, Ruidíaz o Flores y con ellos conseguimos un soberbio e histórico 1-4 frente a Paraguay en el propio Defensores del Chaco. Aún así todavía estábamos muy lejos de los primeros lugares y para acercarnos necesitaríamos una ayudita fuera de la cancha por parte de Chile que reclama ante la FIFA los puntos que perdieron tras empatar con Bolivia de local por la inclusión del paraguayo Nelson Cabrera (6). Como esta irregularidad —de la que nadie en el Perú se percató— había sido cometida también contra nosotros en el partido que perdimos 0-2 en La Paz, nos vimos de repente por decisión de Zúrich y reafirmada por el TAS, reacomodados en la tabla y comenzamos un 2017 impensado para todos en el que no perdimos ninguno de los ocho partidos disputados por Eliminatorias, ganando cuatro y empatando cuatro, la media exacta para estar en el mundial (7).

En el balance general, Perú era más equipo que Bolivia, Venezuela, Ecuador y Paraguay que perdió la clasificación de manera impensable en la última fecha al caer 0-1 frente a Venezuela en la propia Asunción, pero no éramos mejores que Chile que, jugador por jugador, es superior a nosotros, nos superaron en los dos encuentros eliminatorios e inexplicablemente se pusieron la soga al cuello cuando perdieron 0-3 contra Paraguay en Santiago. En el fútbol, las cifras valen más que los merecimientos y nosotros vamos a Rusia porque esos números que por fatalidad nos son tan esquivos —sumando somos los más burros— esta vez se pusieron de nuestro lado... aunque todavía me cueste creer.               
______________________
(1) La prensa no se pone de acuerdo en si son treinta seis años tras el empate 0-0 frente a Uruguay en el Nacional el 6 de septiembre de 1981 o treinta y cinco años tras la goleada 5-1 que nos encajó Polonia el 22 de junio de 1982. Yo personalmente considero que son sólo treinta y dos años desde aquel 0-1 que perdimos en casa frente a Chile por el repechaje a México '86.  
(2) Alguien comparó por allí la pasividad de las tribunas peruanas con el público que asiste a un concierto de Gianmarco.
(3) Que en buen romance viene a ser lo msmo porque como reza la polka: Alianza Lima de La Victoria, Alianza Lima es el Perú
(4) Con Brasil de anfitrión, en las Eliminatorias de 2014 se enfrentaron sólo nueve países manteniendo Sudamérica sus cuatro boletos y medio (repechaje) por lo que el panorama asomaba asequible. “¡Si no la hacemos ahora, no la hacemos nunca!”, vaticinó mi gran amigo Juan José Bringas en una noche de cierre en La Industria. Menos mal se equivocó. 
(5) Dudoso porque la televisión anunció que había sido Pasarella quien anotó el gol que rebotó en el parante y recorrió caprichosa la línea blanca sin introducirse, Gareca empujó a Chirinos y la metió a la mala. A pesar de darles la clasificación, Bilardo decidió prescindir de sus servicios para el mundial del año siguiente. 
(6) Reclamo que a la larga les costaría a los chilenos la clasificación ya que ellos ganaron dos puntos y Perú tres, siendo determinante en la tabla final en que a pesar de igualar con los mismos puntos, los dejamos fuera por diferencia de goles. Nos cobramos la revancha de Francia '98. 
(7) Si bien empatar de visita siempre es un buen resultado para cualquier equipo, el 0-0 con Nueva Zelanda en Wellington originó muchas dudas en el aficionado, cuando lo racional era que Perú lograría con cierta holgura (en el juego) su clasificación. En las clases previas al partido les decía a mis alumnos que Perú ganaría por los siguientes motivos: a) Gareca jugó con un planteamiento conservador, a no perder, y aún así hizo daño; el planteamiento en Lima sería más ofensivo. b) Los ‘All Whites’ son bastante limitados, Perú demostró ser mucho más equipo. c) Con Chris Wood lesionado, sólo cuentan con Ryan Thomas para hacernos daño; un solo jugador es muy poco. d) Nueva Zelanda volvería a apostar por el ‘ratoneo’; eso le funcionó en Wellington porque la cancha tiene menores dimensiones que el Nacional, aquí les iba a costar ratonear porque serían más los metros que hombre por hombre tenían que cubrir. e) El viaje de Perú fue de dieciséis horas en un avión acondicionado con camas, el de Nueva Zelanda fue de treinta horas en un vuelo comercial y haciendo escala en Buenos Aires, por ende jugaríamos más descansados.

2 comentarios:

chito garrido dijo...

Thiago, eres mi cábala hijo.
El miércoles me desperté a las 5 y 15 de la mañana y ya no pude dormir pensando en el partido, que hago para que el tiempo pase rápido? Escribir, me puse a escribir todo lo que sentía y es así que llegué hasta España 82.
-Ese partido con Polonia en el mundial del 82 me acompañará toda mi vida, yo tenía 9 años y vivía en mi tierra, Trujillo, había visto todos los partidos, llegamos como favoritos ante un desconocido Camerún, todo el país estaba confiado, seguro que los goleábamos pero Thomas N'Kono , el mejor arquero que vi en mi vida se encargó de callarnos la boca: 0-0. Ante Italia resucitó la ilusión, empatamos 1-1 con el futuro campeón del
Mundial, en la última fecha se decidía quienes clasificaban, los 4 equipos del grupo llegamos igualados en puntos pero sucedió la goleada más traumática que yo he vivido. Lato, o mejor dicho Polonia nos pasó por encima 5-1, mi viejito había fallecido hace 2 años y vi ese partido en su cuarto porque siempre me había gustado ver televisión ahí, literalmente lloré como un niño, no podía creer lo que había pasado y peor aún, nunca imaginé lo que vendría después, nunca imaginé que esa sería la última vez que vería a mi equipo en una Copa del Mundo. Por más hincha que sea no puedo negar que muchas veces pensé que estábamos condenados a no regresar a un mundial, en el 85 le ganábamos 2-1 a la Argentina de Maradona en la mismísima Bombonera, ya faltaba poco para el pitazo final y sonó el teléfono de mi casa, era una amiga de mi madre: "Chapy vayan preparando las ollas que un rato pasamos en caravana por tu casa" Mi mamá colgó y al minuto nos empataron, por la reconchasumadre!!! Que vieja más salada!!!!
Pasaron los años, me vine a vivir a Lima y empecé a visitar el nacional, no llevo la cuenta de cuantos partidos de eliminatorias fui a alentar a la blanquirroja, los resultados daban más tristeza que alegría pero siempre terminaba regresando al estadio y muchas veces hasta solo, cuantas veces la desilusión del resultado nos hacía regresar caminando desde el nacional hasta Miraflores. Empecé a rechazar las invitaciones para ver los partidos en la casa de amigos, ya no pasa nada con la selección, son una cagada les decía, pero cuando llegaba a mi casa no podía evitar prender el televisor y siempre terminaba encerrado en mi cuarto gritando solo como loco.
Hoy con 44 años no puedo creer que en unas horas veré a mi selección en vivo y en directo regresando al mundial, y sabes porque estoy tan seguro de eso, porque mi hijo Thiago es mi cábala, el ahorita tiene 8 años y cuando estemos en Rusia tendrá 9, la misma edad que yo tenía en España 82. Arriba Perú Carajo!!! Gracias por este momento muchachos, gracias Paolo!! Que lindo sería que todos los peruanos seamos el número 9.

Unknown dijo...

¡Mi primer Mundial! El primero que me tiene incrédulo aún. Aún no lo creo, pero hay una sensación extraña entre alegría y nerviosismo cuando escucho en la radio comentar sobre la camiseta, el fallo por el dopping de Guerrero, el sorteo...
Creo aún que me la creeré cuando en junio vea al árbitro dar el pitazo incial y ruede la redonda y escuche a Peredo y vea a la blanquirroja jugar.